OZONO COMO CONSERVANTE DE ALIMENTOS

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Este gas tiene un enorme poder de conservación de los alimentos y, por tanto, alarga la vida útil de productos frescos como frutas o carne

El tratamiento con ozono no es una técnica novedosa. Su uso en diferentes campos avala una gran eficacia. Su descubrimiento data del siglo XVIII, pero no fue hasta bien entrado el siglo XX cuando se elaboró documentación científica sobre sus numerosas propiedades terapéuticas, entre ellas, su poder microbiocida, la disminución de los efectos nocivos de los radicales libres, la mejora de la sintomatología de la fibromialgia, la migraña o las hernias discales y su enorme poder antienvejecimiento, antipsoriasis, para las varices o la celulitis, entre muchos otros.