DÍA INTERNACIONAL DE CONCIENCIACIÓN SOBRE LA PÉRDIDA Y EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS

El COVID-19 continúa generando desafíos significativos en el abastecimiento alimentario de muchos países. Las interrupciones en las cadenas de suministro, las medidas de cuarentena y el cierre de las industrias durante 2020 y parte de 2021 han contribuido al problema de la pérdida alimentaria, en donde los productores y distribudores no han encontrado mercados a los que abastecer y, por ende, su producto se ha echado a perder.

En el otro extremo de la cadena, las compras compulsivas por parte de los consumidores durante la pandemia provocó un gran desperdicio alimentario y el desabastecimiento en los supermercados, los cuales tampoco podían donar comida a unos bancos de alimentos apurados por una demanda creciente a causa del incremento del desempleo.

Debemos ser conscientes de la importancia de la pérdida y el desperdicio de alimentos ahora más que nunca. Es por ello que, en 2019, la 74a Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 29 de septiembre como el Día Internacional de Conciencia de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos , reconociendo el papel fundamental que desempeña la producción sostenible de alimentos en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición. Sin duda, este nuevo Día Internacional se enfrenta a muchos desafíos para alcanzar nuestras metas de “Consumo y producción responsables” que contribuirá a la lucha contra el Hambre Cero y el Cambio climático.

La FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) colaborarán para facilitar la celebración de este Día Internacional.

Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es esencial en un mundo donde el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y cada día se pierden y desperdician toneladas y toneladas de alimentos comestibles.

Ya sea que se pierdan o se desperdicien, todos los recursos que se utilizan para producir este alimento, incluidos el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital, son malgastados. Además, la eliminación de estos alimentos en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.

¿Sabías qué…?

  • A nivel mundial, alrededor del 14% de los alimentos producidos se pierde entre la cosecha y la venta al por menor. También se desperdician cantidades significativas en la venta al por menor y al nivel de consumo.
  • En el caso de las frutas y hortalizas, se pierde más del 20%.
  • El uso de recursos hídricos superficiales y subterráneos atribuible a la pérdida o el desperdicio de alimentos es de aproximadamente 250 km3, el 6% de la extracción total de agua.

Fuente ONU

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