LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE ES TENDENCIA DURANTE LA PANDEMIA

Un nuevo estudio ha descubierto que las personas que han tenido que quedarse confinadas en casa han probado cocinar cosas nuevas y han desperdiciado menos comida. Los resultados se desprenden de un reciente proyecto de investigación que ha involucrado a 11,000 consumidores de 11 países.

Uno de los organizadores principales del estudio ha sido Charlotte De Backer, investigadora de la Universidad de Amberes, en Bélgica. Explicó a la agencia de noticias Reuters que los resultados indican que la gente ha comprado menos alimentos para preparar en el microondas y más frutas y hortalizas frescas.

Muriel Bernard es la fundadora de la tienda digital de venta de alimentos ecológicos eFarmz, con sede en Bélgica. Bernard explica que casi ha tenido que duplicar su plantilla a 25 trabajadores para satisfacer la demanda de los productos frescos que ofrece.

En la primera parte del estudio han participado consumidores de varios países europeos, además de Australia, Chile, Uganda, Canadá y Brasil. Más de la mitad de los participantes residen en Bélgica. El estudio se ampliará próximamente para incluir otros 25 países y sus resultados se esperan para finales de junio.

En casi la mitad de los países, los consumidores reconocen haber comprando menos snacks salados o dulces, aunque las ventas generales se han mantenido casi sin cambios.

De Backer dice que muchas personas recurren a productos salados, dulces y ricos en grasas cuando se sienten estresadas, pero que durante la crisis actual muchas parecen haber saciado ese deseo con productos preparados en casa. En Chile, por ejemplo, se ha producido una gran caída en las ventas de snacks, pero un fuerte aumento de las personas que han comprado ingredientes para hornear como harina.

El consumo de carne, pescado y bebidas alcohólicas se ha mantenido estable por lo general, según el estudio.

De Backer indica que la compra de alimentos más saludables podría estar relacionada con el hecho de que la gente ha invertido más tiempo en organizar cuidadosamente los viajes a la tienda. “Si haces una lista de la compra, planeas las comidas con antelación y es menos probable que compres alimentos insanos”.

Muchos de los consumidores participantes en el estudio señalan también que han intentado cocinar cosas nuevas y que han aprovechado mejor las sobras para reducir el desperdicio. No obstante, De Backer comenta que este comportamiento podría estar relacionado con el miedo al desabastecimiento de alimentos y que podría cambiar después de la crisis.

Sin embargo, señala que algunas de las mejoras en la alimentación podrían quedarse. Dice que se debe a que, en muchos países, el confinamiento ha durado más de seis semanas, la cantidad de tiempo que suele llevarle a la gente adoptar nuevos hábitos.

Según learningenglish.voanews.com, De Backer añade que ganando confianza y creatividad en la cocina, la gente podría superar una de las principales barreras para cocinar en casa.

Fuente: Fresh Plaza

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