LA ESPINACA, MÁS ALLÁ DEL MITO DEL HIERRO
La espinaca es un vegetal que pertenece a la familia de las amarantáceas comestibles, de hojas grandes y de color verde muy oscuro.
Esta hortaliza es realmente un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, aporta pocas calorías, no contiene grasas y es fuente de antioxidantes que protegen al cuerpo del daño celular.
Existen varios tipos de espinaca, la variedad que consumamos depende de la estación del año, las más conocidas son: espinaca de hoja rizada o Savoy, espinaca de hoja lisa y espinaca baby.
Te compartimos cinco datos de la espinaca:
- El nombre de espinaca parece que tuviera que ver son espina, pero no es así. La espinaca no tiene espinas, su nombre proviene del árabe isfinaj. ¿Te suena?
- Es una verdura que podemos utilizar en muchísimas recetas de cocina: por ejemplo, en lasañas, purés de verduras, rehogadas con garbanzos, o bien podemos consumir las espinacas crudas y frescas en ensaladas y en batidos o jugos verdes, etc.
- De 100 gramos de espinaca, 90 son de agua; contiene proteína vegetal, un bajísimo contenido en carbohidratos y la grasa de la espinaca es incluso más reducida, pero goza de un alto contenido en fibra.
- Debido a los oxalatos (unos compuestos de las espinacas que se acumulan en forma de cristales en las articulaciones), el consumo excesivo de espinacas puede contribuir a la aparición o el agravamiento de los síntomas de enfermedades como gota, artritis reumatoide o artrosis.
- Las espinacas florecen.
No dudes en incluirla en tu menú y sorprender a tus comensales con las mejores preparaciones saludables.
Con información de SADER