NANOTECNOLOGÍA PARA LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS

La nanotecnología ya se usaba hace casi noventa años, los nanomateriales funcionales han acompañado a la humanidad desde las primeras décadas del siglo veinte: el ácido poliláctico o PLA (caro aunque biodegradable) es usado desde 1932, en los años setenta la nanotecnología se empleaba para suturas y en los ochenta la obtención por fermentación bacteriana ayudó a reducir costos.

En 2018, dos de los sectores nanotecnológicos más desarrollados son el farmacéutico y el cosmético, pero existe otro sector que está desarrollando productos de alto valor: el alimentario, que aporta nutracéuticos y alimentos interactivos y funcionales, además de nanoaditivos para mejorar seguridad, trazabilidad y vida de los alimentos.

Se tiene registro de cientos de patentes de nanoalimentos y nanomateriales en contacto con ellos, las principales áreas de desarrollo relacionadas con estas patentes son:

– Producir alimentos más sanos al reducir sal, grasas y otros aditivos.

– Mejorar propiedades de los alimentos (cambios de color, sabor, textura, consistencia); desarrollar nuevos sabores, texturas y sensaciones en la boca.

– Desarrollar nuevos sensores para detectar de manera rápida bacterias o virus; embalajes inteligentes capaces de detectar cuándo un alimento ha excedido su vida en anaquel.

– Crear nuevas protecciones para el empaquetado y procesado que mejoren las propiedades de los alimentos.

– Controlar la liberación de sabores y nutrientes; aumentar absorción de nutrientes y nutracéuticos en el organismo.

Al emplear nanomateriales y nanoestructuras procesadas en alimentos, se tiene un mayor control de procesos físicos y químicos, se facilita así a la protección de los micronutrientes durante los procesos de producción, almacenamiento y digestión. En particular, la nanoencapsulación permite que la biodisponibilidad de los nutracéuticos aumente a medida que el nanotransportador agiliza su entrada en la corriente sanguínea a través del intestino; es decir, la velocidad de liberación es más alta. Por otro lado, también existe nanotecnología para enmascarar sabores, nanoaditivos alimenticios (ácido benzoico, ácido cítrico, ácido ascórbico) y suplementos (vitaminas A y E, isoflavonas, betacaroteno, ácidos grasos omega-3, coenzima Q10).

En México, uno de los centros públicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ocupado en el desarrollo y la implementación de estas tecnologías es el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, que propuso una solución biocompatible y termodinámicamente estable obtenida mediante el autoensamblaje de moléculas para asociar el fosfato de calcio con un macroión (polisacárido). En contraste con suspensiones comerciales, tal prototipo tiene siete veces más calcio en forma iónica, de ahí que mayores impactos positivos en la salud requieran menores cantidades de dicha sustancia.

 

Fuente MyPress

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