INVESTIGADORES MEXICANOS ALARGAN LA VIDA DEL MELÓN

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Un equipo de científicos logró alargar la duración del melón, además de mejorar la calidad, textura, sabor y aroma del fruto
Un equipo de investigadores mexicanos logró prolongar de 10 a 45 días la vida de anaquel del melón, además de mejorar la calidad, textura, sabor y aroma del fruto. Se trata de un trabajo realizado en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, donde manipularon genéticamente la planta del melón con lo cual se podrá almacenar y exportar por periodos largos sin necesidad de emplear infraestructura costosa para frutos perecederos.

Esta propuesta se basa en mantener la integridad de las membranas celulares del fruto; para lograrlo se bloquea por medio de manipulación genética a la lipoxigenasa, la principal enzima responsable de degradar los lípidos (grasas) de dichas membranas del melón, explicó el doctor Miguel Ángel Gómez Lim, uno de los responsables de la investigación que resultó ganadora en la categoría Ciencia del 34 Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos (PNCTA), concurso promovido por CONACyT y Coca-Cola.
Junto con el doctor Héctor Gordon Núñez Palenius y la maestra en ciencias Laura Uribe Campero, Gómez Lim eligió trabajar con este fruto por ser altamente perecedero y de gran importancia económica para México, ya que es uno de los 10 principales productores de melón a nivel mundial.
Al ser tan repentino el proceso de descomposición del melón resulta limitada su comercialización y transportación, comentó Núñez Palenius; “pensamos en esto y en lo que representa su producción para la economía de México y comprendimos que era importante desarrollar un procedimiento que alargara su vida en anaquel postcosecha”.
La inactivación de las enzimas se lleva a cabo desde la siembra del fruto, es decir, en las plántulas, que son las plantas en proceso de crecimiento y, una vez que el melón madura ya cuenta con las características para una vida larga en anaquel.
De acuerdo con Gómez Lim y Núñez Palenius, en la actualidad un melón del tipo gota de miel tiene una vida en anaquel de 10 a 12 días sin manipulación genética. Además se pierde un 35% del total de su producción en el periodo de postcosecha y tiene un alto costo de exportación a países como Estados Unidos, Japón y latinoamericanos.
Ante este panorama, la investigación realizada en la Unidad Irapuato del Cinvestav demostró que el proceso de manipulación genética puede ser una alternativa para mejorar el fruto, agregar valor en los diferentes niveles de la cadena productiva y, sin causar efectos en la maduración y ablandamiento.
El principal logro de este trabajo fue prolongar la vida en anaquel del melón por un periodo aproximado de mes y medio, y en algunos casos, varios frutos alcanzaron hasta dos meses de vida, es decir, cinco veces más que lo normal.
Para la ejecución del proyecto se almacenaron varios melones modificados de manera genética a 20 grados y ambiente seco, y después de un mes (tiempo que el fruto permaneció en dicho proceso) se pudo demostrar que conservó su sabor, aroma y consistencia.
Por el momento varias empresas han mostrado su interés en esta propuesta de manipulación genética y ya los investigadores del Cinvestav buscan la mejor manera de comercializarlo y analizan la manera de patentar el proceso o bien, registrar la nueva variedad de melón.

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