ROBOTS, CADA VEZ MÁS DEMANDADOS EN EL ÁMBITO ALIMENTARIO

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Uno de los sectores que más está incorporando el tema de la robótica es el pesquero

Japón es un país con un índice de natalidad muy pobre, y en el que la tendencia, además, parece ir a la baja. Si a esto le añadimos que posee una de las poblaciones más longevas del mundo y con mayor esperanza de vida, y que las tasas de inmigración son bajas se pone cada vez más en evidencia la dificultad de disponer de mano de obra suficiente en la industria.

Es por ello que, en un país que está además en la vanguardia tecnológica, se esté invirtiendo cada vez más esfuerzo en I+D+i en el ámbito de la robótica. Pero este auge de incorporar robots en los procesados industriales (por ahora, quizás no demasiado lejos los veamos en otros ámbitos como en el de los servicios) no es exclusivo de Japón.

Y es que algunas de las razones para apostar por esta tecnología, en el ámbito alimentario que es el que nos ocupa, están en la mejora de procesos de producción y control que se realizan de forma manual o visual (mayor eficiencia y velocidad), así como una mayor higiene y seguridad laboral. En definitiva, se abren nuevas oportunidades para la automatización de procesos alimentarios mediante la robótica, y se prevé una demanda creciente en los próximos años.

Los robots en la industria alimentaria pueden servir para manipular los productos, cortar (mediante corte mecánico, por ultrasonidos o por chorro de agua). Algunos ejemplos los encontramos en el corte de carne o queso, porcionado de pizzas, el eviscerado de carne, trabajos en el interior de congeladores, decoración de pasteles, correcta posición de etiquetas, etcétera.

Uno de los sectores que más está incorporando el tema de la robótica es el pesquero, donde hay ejemplos como máquinas automáticas para la apertura de mejillones (donde cada máquina puede procesar hasta 3 600 mejillones en una hora) o la clasificación del pescado por sexo. En este sentido, el área de nuevas tecnologías de AZTI-Tecnalia, en colaboración con Fatronik-Tecnalia, ha desarrollado y patentado un método único de clasificación por sexo del verdel. Este método permite la clasificación de dos peces por segundo. La solución robotizada consta de un sistema de visión que detecta el pescado en una cinta transportadora e indica al robot el lugar donde debe colocarse para la determinación del sexo del pescado, el cual a su vez es manipulado mediante una garra.

Y además, la incorporación de nuevos sensores y sistemas electrónicos basados en tecnologías no destructivas (como la electromagnética y la ultrasónica), están permitiendo el desarrollo de sistemas automáticos de control de la calidad y seguridad de los alimentos. Algunos ejemplos los encontramos en las aplicaciones basadas en ultrasonidos para el análisis de masas panarias o la detección de aire en masas batidas, la tecnología infrarroja para el control en planta de la eficiencia de extracción de aceite de oliva o la medida de la conductividad por acoplamiento magnético para la clasificación automática de canales de animales, en función del porcentaje de carne, grasa y hueso.

En definitiva, todavía queda mucho por ver, ya que la integración de los robots y otros procesos de automatización en la industria alimentaria todavía tienen mucho camino por recorrer en el ámbito alimentario.

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