Día Mundial del Pistache: ¿Por qué este fruto seco mejora la salud intestinal?
Cada 26 de febrero se celebra el Día Mundial del Pistacho, el cual, más que un simple festejo gastronómico, es una oportunidad para explorar los beneficios saludables de este fruto seco y su impacto en la flora intestinal, pues no solo son una fuente de nutrición y antioxidantes, sino que también es fuente de vitamina E, folatos y minerales como el calcio, el magnesio, el zinc, el potasio y el fósforo. Además, se ha demostrado que contribuye positivamente a la salud intestinal por su alto contenido en proteína, al ser ricos en fibra y tener grasas saludables.
De acuerdo con el departamento de Gastroenterología y Hepatología Universitario de China, este fruto, también llamado “almendra feliz”, ayuda prevenir ciertas enfermedades como el síndrome del intestino irritable u otras patologías inflamatorias. Por su parte, el Journal of Nutrition descubrió que el consumo regular de pistaches aumenta los niveles de ciertas bacterias intestinales benéficas para la salud, como Bifidobacterium y Lactobacillus. Mientras que, en México, existen especies nativas de pistache en los estados de Tamaulipas y Chihuahua y anualmente este fruto es producido en los estados de Baja California y Baja California Sur, Chihuahua y Tamaulipas. Lo que lo convierte, junto con las almendras y las nueces, en las semillas que más exporta el país, ya que produce anualmente 37 mil toneladas.
La conexión entre el pistache y la microbiota intestinal es cada vez más relevante en la investigación científica, pues está “almendra feliz” es una fuente de fibra prebiótica; nutriente que alimenta las bacterias benéficas en el intestino, lo que promueve un equilibrio saludable de la microbiota. Sin embargo, a pesar de los beneficios potenciales, surge una problemática en torno a la disponibilidad y accesibilidad de los frutos secos en diversas regiones del país. Por ello, es importante conocer ¿en qué medida incorporarlos en la dieta diaria puede contribuir a prevenir enfermedades relacionadas con el sistema digestivo? O ¿Cuáles son los nutrientes presentes en los pistaches que respaldan la salud de la flora intestinal y cómo se comparan con otros alimentos que también promueven la salud intestinal?
¿LA MALA ALIMENTACIÓN PUEDE DESENCADENAR ENFERMEDADES CRÓNICAS?
La mala alimentación se traduce en un preocupante aumento de enfermedades crónicas en todo el mundo, de acuerdo con estadísticas compartidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), revelan que 1900 millones de adultos tienen sobrepeso u obesidad, mientras que 462 millones sufren de insuficiencia ponderal.
Además, la OMS señala que el 45% de las muertes en menores de 5 años están relacionadas con la desnutrición, siendo más prevalentes en países de bajos y medianos ingresos. Sin embargo, estos mismos países experimentan un aumento de las tasas de sobrepeso y obesidad en la niñez. Este panorama resalta la necesidad de abordar la mala alimentación en todas sus formas, ya que no se limita únicamente a la falta de alimentos; las carencias de vitaminas y minerales esenciales también juegan un papel crucial. Pero, ¿cómo afectan estas deficiencias, especialmente de yodo, vitamina A y hierro, al crecimiento y desarrollo global? La problemática se intensifica al observar que estas deficiencias son una amenaza importante para la salud y el desarrollo, especialmente en niños y embarazadas.
La conexión entre la mala alimentación y las enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, ciertos cánceres y diabetes, no puede pasarse por alto. Por lo que, la interrogante principal es: ¿Cómo se puede revertir esta tendencia cuando los padecimientos relacionados con la alimentación son responsables de una parte significativa de la carga global de enfermedades? La necesidad de abordar estos problemas de raíz es urgente, pues la mala nutrición es un factor de riesgo para estas afecciones en todo el mundo. Cabe recordar que, la malnutrición es un problema que afecta a todos los países, y su impacto no se limita a la salud física. Para ello es importante romper este ciclo y promover un cambio hacia hábitos alimenticios más saludables.
EL SISTEMA DIGESTIVO Y SU RELACIÓN CON TU CEREBRO
El cuidado del sistema digestivo, donde se encuentra la microbiota o flora intestinal, conformada por más de 100 billones de microorganismos, ha tomado relevancia entre las personas que se preocupan por su salud, pues su impacto se extiende mucho más allá del sistema digestivo. Y es que, es sabido que existe una relación que se llama eje cerebro-intestino. En el cual, ambos órganos se hablan continuamente. Por ejemplo, el intestino envía información al cerebro acerca de qué comemos, y este último le indica si hemos obtenido los nutrientes necesarios para mantenernos saludables o le alerta si el sistema inmunitario está combatiendo algún patógeno.
Se debe tener presente que, trillones de microorganismos en nuestros intestinos no solo descomponen los alimentos, sino que también desempeñan un papel fundamental en la regulación de procesos biológicos que afectan directamente al cerebro. Esta interacción tiene consecuencias significativas para la salud mental y la prevención de trastornos neurológicos. Sin embargo, aún se desconoce mucha información sobre esta relación.
Por lo que, es de suma importancia comprender el impacto de la microbiota en la salud cerebral y, aprovechar este conocimiento para mejorar nuestra calidad de vida. Además, surge la interrogante de si la modulación de la flora intestinal, mediante cambios en la dieta, el uso de probióticos o incluso antibióticos específicos, podría ofrecer soluciones significativas o ¿podrían estos enfoques ser la clave para abordar no solo problemas digestivos, sino también trastornos neuropsiquiátricos?
¿CÓMO RECUPERAR TU SALUD INTESTINAL TRAS SUFRIR UNA ENFERMEDAD GASTROINTESTINAL?
Las enfermedades gastrointestinales, desde intoxicaciones hasta el síndrome del intestino irritable, son trastornos comunes que afectan la calidad de vida y las actividades diarias de millones de personas en todo el mundo. La cuestión es, ¿se pueden prevenir o son parte de la vida cotidiana? Además, se debe conocer maneras para reducir la frecuencia de dichas problemáticas y mejorar la salud digestiva.
Recuperar la microbiota intestinal después de una enfermedad gastrointestinal es importante para restaurar la salud digestiva, pues, al estar compuesta por 100 billones de bacterias, desempeñan un papel vital para absorber nutrientes y fortalecer el sistema inmunológico. Se debe tener presente que, tras un malestar digestivo, la flora intestinal puede dañarse, y su recuperación puede llevar tiempo. Por lo que una dieta variada, rica en vitaminas y fibras, es esencial para promover el crecimiento de bacterias beneficiosas. Así como el uso de prebióticos y probióticos para su reconstrucción, ya que fortalecen la mucosa intestinal, combaten patógenos y respaldan la absorción de nutrientes.
En última instancia, cuidar de la salud intestinal no solo implica tratar las enfermedades cuando surgen, sino también adoptar medidas preventivas y fomentar hábitos alimenticios saludables. Y es que, mantener el sistema digestivo en óptimas condiciones, será de utilidad para prevenir enfermedades gastrointestinales.