6 FORMAS EN LAS QUE EL COVID19 CAMBIARÁ LA FORMA EN QUE COMEMOS

Los consumidores comenzamos a prestar más atención al tipo de alimentos que comemos, de dónde provienen y cómo son producidos. La seguridad de los alimentos que consumimos será observada con más atención.

El hacer elecciones saludables y cambios en el tipo de alimentos que consumimos se volverán aspectos muy importantes en nuestra vida cotidiana. Se reevaluará la existencia de mercados húmedos o de animales vivos.

Una crisis, como una pandemia, puede cambiar nuestros patrones alimentarios. En estos momentos, las personas nos preocupamos por tener suficientes alimentos que preparar durante la cuarentena, pero en la “nueva normalidad”, ¿qué cambios observaremos en cuanto a las tendencias y modelos alimentarios?

Los primeros estudios sobre el comportamiento del consumidor realizados en China, muestran cambios importantes en los patrones dietéticos de la población. El consumo de carne ha disminuido significativamente, mientras que el consumo de frutas y verduras aumentó. En los Países Bajos también vemos estas tendencias. Estos cambios, de mantenerse, pueden contribuir significativamente a un sistema alimentario sostenible, saludable y justo, incluso después de esta crisis. Lo que vivimos actualmente cambiará nuestro sistema alimentario de seis maneras específicas, y rediseñará y revalorizará la forma en que producimos y consumimos nuestros alimentos.

1. La Seguridad Alimentaria será observada bajo un lente más estricto

A pesar de que no hay evidencia de que el COVID19 pueda transmitirse desde los alimentos, los consumidores han cambiado sus hábitos de compra debido al temor de contraer coronavirus de los alimentos. The Packer realizó una encuesta en donde los encuestados indicaron que están comprando menos productos frescos en los supermercados y más alimentos enlatados debido al temor sobre la seguridad alimentaria. Estudios también han demostrado que los consumidores quieren alimentos preenvasados, e incluso entre aquellos que entienden que no pueden contraer coronavirus de los alimentos, existe un miedo elevado en torno a la seguridad alimentaria que incluso se ha extendido a los alimentos preparados en casa.

La seguridad alimentaria no sólo impactará las decisiones tomadas por los consumidores, sino también la forma en que los gobiernos e instituciones de agricultura y ganadería manejan sus protocolos de obtención, procesamiento, almacenamiento y venta de productos alimenticios, para garantizar la máxima inocuidad y disminuir riesgos.

2. Una alimentación saludable y la elección de alimentos orgánicos serán cada vez más importantes

Es probable que haya un aumento en la demanda de alimentos orgánicos, veganos, vegetarianos y otros alimentos saludables como resultado de la pandemia. El coronavirus representa un riesgo significativo para las personas con condiciones de salud preexistentes, como diabetes y enfermedades del corazón, así como para las personas con sobrepeso y obesidad.

La importancia de alimentos vegetales, como frutas, verduras, leguminosas y cereales integrales en el manejo de estas condiciones está bien documentado. El desempeño de compañías de alimentos orgánicos que han experimentado un aumento considerable en sus ventas, de aproximadamente el 30% son evidencia de esta tendencia.

3. Se dará una disminución en el consumo de alimentos de origen animal

Ya hemos hablado anteriormente sobre cómo la mayoría de las pandemias que hemos sufrido en las últimas décadas han tenido un origen zoonótico. El encaminar nuestros hábitos de consumo a unos que incluyan menos o nula cantidad de carnes rojas, pollo, pescado, mariscos, huevos y leche, tendrá un impacto positivo no sólo en la prevención de futuras pandemias, sino también en un mejor control de la seguridad alimentaria, en la implementación de modelos alimentarios mucho más sostenibles, y en la mejora de la salud poblacional, en general.

4. El consumo local tomará fuerza

El Informe de Impacto Económico del Coronavirus, de Yelp revela que es más probable que los consumidores quieran saber de dónde provienen sus alimentos, lo que los inclina más a adquirir alimentos de la agricultura apoyada por la comunidad, o consumo de productos locales (aumento de la demanda del 430%). Una mayor conciencia sobre la seguridad alimentaria y un deseo de alimentos más nutritivos también aumentará la demanda de alimentos locales. Por el lado de la oferta, la interrupción de las cadenas de suministro mundiales y el cierre de las fronteras debido a COVID-19, afectarán la producción de alimentos en el extranjero y reducirán las importaciones.

Los consumidores también querrán limitar su exposición a las multitudes durante algún tiempo, después de que se levante la cuarentena, lo que aumentará la demanda de compras de alimentos cercanos a su localidad, que puedan obtener de forma rápida y fácil.

5. Habrá una reducción significativa de la demanda y el consumo de “alimentos exóticos”

El mercado de húmedo de Wuhan, donde se cree que se originó el coronavirus, fue un centro popular de venta de vida silvestre, como serpientes, puercoespines, venados y perros mapache, muchos de los cuales eran sacrificados frente a los clientes, según varios informes.

Desde el inicio del coronavirus en 2019, 20,000 granjas de vida silvestre en China han sido cerradas o puestas en cuarentena y se está implementando una estricta prohibición sobre la cría y el consumo de animales exóticos.

Aunque hay un cierto desacuerdo sobre qué animal transfirió el virus a los humanos, es un hecho aceptado que los brotes son más probables cuando los animales exóticos de diferentes entornos, con virus que son específicos de esos entornos, se mantienen en lugares de alto contacto con humanos, lo que seguramente se traducirá en una menor demanda de animales exóticos.

6. Será más notoria la disparidad nutricional entre los más ricos y la clase trabajadora

Millones de personas han perdido sus empleos desde mediados de marzo, y ahora hay una demanda insuperable en los bancos de alimentos y para programas de asistencia pública. Para las personas que pueden trabajar desde casa y han mantenido sus trabajos y tienen una fuente estable de ingresos, y que ahora cocinan más en casa, vamos a ver esta relación con una mejor calidad de su dieta. Pero para quienes han perdido sus trabajos o que viven en localidades donde los productos no están bien abastecidos o no se ofrece la entrega a domicilio de comestibles, observaremos el caso contrario: casos de malnutrición por consumo inadecuado de calorías y nutrientes esenciales.

“Es más costoso alimentar a una familia en este contexto”, dice Sinikka Elliott, profesora asociada de sociología de la Universidad de Columbia Británica: porque muchas familias no pueden depender únicamente de los alimentos que logran cocinar en casa, y estando los niños fuera de la escuelas y guarderías, ya no reciben el almuerzo o desayuno como apoyo nutrimental.

Mientras se continúan los esfuerzos para reducir los contagios y tratar a las personas enfermas, es importante comenzar a considerar los cambios en nuestro estilo de vida y forma de alimentación que deberemos implementar una vez que podamos iniciar una nueva normalidad, ya que de esto dependerá, en cierta medida, la aparición, evolución y resultado de futuras pandemias.

Fuente: Alianza Alimentaria. Para más información escribe a info@alianzaalimentaria.org

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